A mi niña
Recuerdo aquellos días, cuando niña,
que solo yo pensaba en mi mochila;
mis trenzas, mi lonchera eran mi vida,
y nunca yo pensaba en despedidas.
Recuerdo que reía a carcajadas,
y nada en este mundo me asustaba;
el reloj y los minutos no pasaban,
y nunca de los juegos me cansaba.
Recuerdo que bailaba entusiasmada,
mi tul era la funda de mi almohada;
danzaba entre mil risas, como el hada,
y siempre sonreía en las mañanas.
Recuerdo que elevaba las cometas,
jugaba con muñecas y avionetas;
brincaba entre maromas y piruetas,
saltaba los andenes y sus grietas.
Corría tras la lluvia y el granizo,
mojarme era gracioso y divertido;
hacía con los duendes un hechizo,
y la tarde afloraba en mi camino.
Ya poco ha quedado de esa niña;
el tiempo ha dejado sus espinas.
Quisiera despertar en este día,
y ver tras el espejo su sonrisa.
Andrea Chica
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